La respuesta está bajo tierra, pues el féretro contiene un pergamino con su biografía protegido en un tubo metálico.

Este domingo ante el sepulcro atrajo a una multitud de personas, que desfilaban ante él espoleadas por dos gendarmes que impedían aglomeraciones con órdenes insistentes en varios idiomas.
Carlos Acutis, el santo milenial
Esto porque entre los primeros que visitaron a Francisco hay un poco de todo: muchos religiosos, monjas, peregrinos del Jubileo o personas gratas con su ministerio, pero también de turistas que, ante la escena, no dudan en activar la cámara de su móvil.
El padre Gregorio, un cura estadounidense, no esconde cierto pesar al salir de la basílica: «Me pregunto cuántos rezan por él o por sí mismos. Hacer fotos está bien, pero también orar», rumia.
En este primer día abierta, la tumba apareció con una rosa blanca sobre la lápida, aunque también se vieron algunas flores en el suelo depositadas a buen seguro por algún visitante y devoto.
Roma vive este año asaltada por millones de peregrinos llegados de todo el planeta debido a que Francisco convocó un Jubileo y muchos han coincidido con esta histórica defunción papal.
Es el caso de William, un joven brasileño que había preparado hace meses su viaje a Roma para asistir a la canonización del ‘primer santo millenial’, Carlo Acutis, programada para hoy mismo pero que ha tenido que posponerse por la muerte de Francisco.
Gracias, Francisco
«Ha sido una mezcla de sentimientos, de misión cumplida pero también de pesar», confiesa.
La italiana Tiziana también puso el despertador para ser de las primeras en pasar por el sepulcro: «He sentido una gran serenidad por él porque ha vuelto a la Casa del Padre. Ha hecho mucho bien en la Tierra y creo que nos protegerá desde el cielo», augura. Sin embargo, ante la sepultura sí que hay algunas personas que rezan. Unas de pie, otras en reclinatorios. Fuera de la basílica, en un balcón que da a la plaza, alguien ha colgado una pancarta con un mensaje para el nuevo morador del templo: ‘Gracias Francisco’, se lee, en italiano. EFE