Seguro piensas que nuestro trabajo es solo apagar incendios, pero a veces, hacemos mucho más. Hoy quiero compartir una historia que toca el corazón.

Recientemente, fuimos llamados para atender a Rosita, una adulta mayor de 83 años que había sido mordida por un perro. Mientras la asistíamos, nos contó que era su cumpleaños. 🎂💕
Rosita vive sola y se gana la vida recogiendo botellas plásticas. Durante el día, no había recibido muestras de cariño. Decidimos ir a comprar un pastel y festajer su cumpleaños; su reacción fue inolvidable. 😊👏
En esos momentos, nos damos cuenta de que nuestra vocación de servicio va más allá de la emergencia: se trata de tocar vidas. ❤️🚒
Felicidades, Rosita, y que la vida la colme de bendiciones.